“Que te vean feliz”: Monseñor Fernando Ocáriz en Bogotá
Llegaron desde todos los rincones de Colombia al campus de la Universidad de La Sabana en donde se preparó un pabellón al que acudieron alrededor de 4.500 personas de Cali, Cartagena, Ibagué, Villavicencio, Barrancabermeja, Fundación, Santa Marta, Chía, La Ceja y otras más.
16/09/2024
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Llegaron desde todos los rincones de Colombia a la tertulia de familias que estaba prevista con Monseñor Fernando Ocáriz en el campus de la Universidad de La Sabana en donde se preparó un pabellón al que acudieron alrededor de 4.500 personas de Cali, Cartagena, Ibagué, Villavicencio, Barrancabermeja, Fundación, Santa Marta, Chía, La Ceja y otras más.
Un conjunto de tambores, interpretado por jóvenes universitarios, mezclaron música, ritmo, fuerza y movimiento para darle la bienvenida al Padre.
El saludo inicial de don Fernando fue un llamado a vivir la realidad de la vida cristiana que significa amar y conocer a Jesucristo y reconocerlo en todo lo que hacemos: el trabajo, en la familia, en la vida ordinaria. Siempre con la ayuda de la Virgen María.
Y vinieron las preguntas.
A las puertas de cumplir años, en el Día de la Asunción de la Virgen, Patricia pidió al Padre una palabra de aliento para empezar una nueva etapa de vida, su retiro laboral.
“No nos jubilamos nunca, sólo cambiamos de trabajo, siempre hay mucho que hacer en el mundo, con la familia, con los amigos, en diferentes ambientes es posible seguir trabajando de otro modo” señaló monseñor Ocáriz.
Nicolás, de Bogotá, está a punto de ser padre por primera vez y sabe que lo suyo es ayudarle a llegar al Cielo a esa hija que llega, a pesar de los retos que implica el mundo de hoy. Por eso le pidió al Padre consejos para afrontar esta nueva etapa.
“Los medios sobrenaturales son necesarios, pero es importante vivir la amistad entre padres e hijos que cada vez adquiere formas distintas, en todo caso que lo que digamos sea con mucho cariño” señaló monseñor Ocáriz.
De la llamada ciudad musical de Colombia llegó Mauricio quien narró cómo desde la pandemia le pidió a don Álvaro que si era su voluntad pudiera mudarse de Bogotá a Ibagué, junto con su familia, para impulsar la labor en esta ciudad intermedia del país.
Hoy su casa es “el centro de la Obra” en Ibagué y aunque son varias las familias que se han unido a la labor y hay cinco supernumerarios, quisiera ir más rápido y tener paciencia. Ante ello, el Padre le dijo: “cada persona vale la sangre de Cristo” y le animó a pensar que la paciencia es un gran don que también hay que pedir.
En ese mismo sentido, María Paula, politóloga y docente, tiene hoy un podcast -con 3 amigas- que se llama las Conflictuadas, bajo la premisa de que es mejor “hacerse preguntas complejas sobre cuestiones de fe y de vida”, que vivir alejadas de Dios en la ignorancia.
Con este apostolado han podido llegar a miles de personas y hablar sobre muchos conflictos de fe que tienen los jóvenes de hoy, católicos o no; pero a veces también viene el desánimo y la duda de cómo ir a más. El Padre sugirió el estudio del evangelio y fomentar cada vez más la amistad.
Hablar del Cielo después de la muerte y contar con que la oración ayuda a encontrar palabras para dar luz a quien no cree fueron, de otro lado, los consejos de don Fernando para Nadin, médico neurocirujano que le preguntó ¿cómo transmitir a las personas enfermas una mala noticia sin que dejen de tener fe en Dios?, se sanen o no. ¿qué hacer para que aquellas personas que no creen le encuentren un sentido (sobrenatural) trascendente a la enfermedad? Ante ello el Padre agregó que cuando ya todos los esfuerzos están agotados y no hay más remedio, estar cerca es muy importante, el contacto personal es insustituible, pues “la actitud de servicio es mucho más real y de tú a tú se puede ayudar más”.
Alejandro, empresario, padre de familia, le dijo al Padre, que a menudo nos enfrentamos a una competencia deshumanizada, impulsada por el materialismo, el individualismo y el consumismo, y al poco compromiso con proyectos de mayor alcance humano. ¿Qué hacer desde su posición? a lo que el Padre respondió que, ante todo, hay que hacer notar que queremos a la gente que trabaja con nosotros y que “te vean feliz” Eso será sin duda, un gran motivador para seguir adelante y responder a lo que Dios quiere.
El gran encuentro de la Universidad estuvo acompañado por la interpretación del arpa, por parte de un estudiante de Medicina, oriundo de los Llanos Orientales; el baile típico de una pareja perteneciente a uno de los grupos representativos de la Universidad y el canto de uno de sus coros, que dieron el toque de alegría y colorido a una reunión familiar, que quedará por mucho tiempo en el corazón de los asistentes.